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Tal día como hoy, creo que todos hemos soñado con que nos toque el GORDO DE NAVIDAD y nos emociona ver como se repiten las imágenes de las celebraciones y las historias personales que todos los medios de comunicación trasmiten.
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Pero tras las botellas de cava, las risas y las pretensiones locas hay que poner los pies en el suelo pues el Gordo de Navidad no es otra cosa que un aporte de dinero importante que si se gestiona inteligentemente puede solucionarnos la vida pero que de lo contrario en un corto periodo de tiempo se habrá esfumado dejando atrás un liviano recuerdo.
Aquí van unas reflexiones o consejos para esos afortunados:
Tras la alegría inicial del Gordo de Navidad, mantén la cabeza fría y no te precipites
Debes de saber que si el montante es importante directamente ingresarás en cuenta un 20% menos de la cuantía del premio y que además computará en tu Impuesto de Patrimonio. El gordo ya no es tan gordo.
Ten cuidado con los caprichos que te permitas de lo contrario, el gordo se te irá en ellos.
No te dejes llevar por el primer impulso, planifica, medita y revisa sus necesidades reales y no solo acorto plazo, las repercusiones del gordo se arrastran en el tiempo.
Una buena opción es buscar asesoramiento profesional, más que nunca necesitas que te aconsejen sobre cómo sacarle el mejor partido no solo en cuanto a rentabilidad sino también en cuanto a optimizar las repercusiones fiscales que pueda ocasionarte en el presente y futuro.
Nuestros mejores deseos para hoy y para estas entrañables fiestas llenas de ilusión y sueños pero atención, no sueñes tu vida, vive tus sueños!
Artículo: Cinco consejos para gestionar con cabeza el dinero del Gordo de Navidad
Clip de prensa: Boletín semanal