El asesor financiero se ha convertido en nuestros días en una figura importantísima para la ayuda en la toma de decisiones en cuanto a la gestión de nuestros patrimonios.
El asesor podrá gestionar nuestros ahorros con la intención de que los mismos crezcan y se obtengan mayores rentabilidades.
El asesor ha pasado de concebirse como un vendedor de productos y servicios financieros a ser una persona que asesora para que la toma de decisiones sea lo más acertada posible para la consecución de los objetivos financieros a corto, medio y largo plazo.
Después de la última gran crisis financiera, la figura del asesor cobra una mayor relevancia. La preparación en materia económico-financiera del asesor es imprescindible y necesaria para ofrecer un servicio de gran calidad con garantías de que el mismo se ajusta a los distintos perfiles del inversor que vamos a tener en consideración en todos y cada uno de nuestros clientes.
El asesor financiero cada vez es más demandado por parte de aquellos inversores que necesitan la ayuda de profesionales que entiendan cuáles son sus necesidades financieras y de qué manera van a ser cubiertas. Es por esta razón por la cual, la especialización cobra un mayor interés y esta especialización necesariamente debe de ir acompañada de una buena educación financiera.
El “asesor financiero está presente en nuestras vidas”, efectivamente esto es así y de no serlo deberíamos de introducirlo en el caso de gestión de patrimonios, de esta manera nos evitaríamos algún que otro disgusto por la toma de decisiones que no son correctas o que han sido mal analizadas.
En el artículo que les presento, pueden observar la relevancia del asesor dentro del mundo de las finanzas y dentro de los planes financieros.
A.Giménez Morera (profesor del Máster en Asesoramiento Financiero y Seguros de la UPV)