A continuación, se exponen las claves de la normativa sobre los servicios de pagos electrónicos. Lo que se pretende con la regulación europea PSD2 es garantizar que este tipo de pagos en toda Europa sean lo más seguros posibles.
Para ello, se promueven las innovaciones basadas en los avances de las nuevas tecnologías y la adaptación de las mismas a los servicios prestados por las entidades financieras o bancarias, puntos absolutamente claves de la regulación PSD2 ya mencionada.
La regulación europea PSD2
La época de regulaciones europeas mediante la PSD comenzó en el año 2007. Las siglas provienen del inglés y hacen referencia a la Directiva de los Servicios de Pago (PSD, Payment Service Providers). Se quería conseguir un mercado europeo seguro que operase basándose en una innovación tecnológica patente en el marco internacional.
Fue en el año 2013 cuando se revisó esta primera PSD, razón por la que actualmente se habla de PSD2. Con esta modificación, la intención se centró en revisar y mejorar los objetivos, ampliando la protección de las personas que compraban e impulsando la integración de las nuevas tecnologías aplicadas al sector en los nuevos servicios de pagos.
Las principales novedades se basan en la apertura de los servicios ofrecidos por los bancos a pagos realizados por terceras empresas. Además, también se han mejorado los servicios que ayudaban a iniciar los pagos y los que informaban de las cuentas. Los almacenes de información y de recogida de datos son ahora más completos, al integrar las nuevas tecnologías que permiten tener una visión global más amplia de la situación actual a la hora de realizar pagos por internet.
Sin duda, esto ha convertido al sistema en una tecnología compleja que permite aprovecharse de los beneficios sin correr riesgos. La seguridad es una de las claves de la regulación con medios tecnológicos.