Esta semana compartimos con vosotros un interesante artículo que ha escrito uno de nuestros alumnos. Este artículo analiza las repercusiones del conocido caso Boeing del que habréis oído hablar en diferentes medios de comunicación.
Boeing, hace poco el líder entre las compañías aeroespaciales y fabricantes de aviones comerciales, no deja de aparecer en las noticias, pero no por los avances tecnológicos sino por el error que había dado lugar a una serie de terribles acontecimientos. Se trata del fallo en el software del sistema de control de vuelo del Boeing 737 MAX 8, que presuntamente estuvo detrás de la principal causa de la caída del avión de Ethiopian Airlines. La pregunta que muchos planteaban es cómo sucedió que una compañía tan grande cometió errores de software aparentemente básicos.
Algunos han sugerido que una de las causas subyacentes fue el impulso para externalizar el trabajo a contratistas con el fin de ahorrar dinero. A finales de junio del año pasado, en Bloomberg, salió una investigación que decía que Boeing pagaba 9 dólares la hora a los ingenieros que diseñaron el software que controla el piloto automático.
Según el mismo estudio, la empresa americana ha apostado por una plantilla de empleados más jóvenes que cobran menos, en vez de ingenieros con muchos años de experiencia. El resultado habla por sí solo: un ahorro en gastos de personal causó un desastre en términos humanos y económicos.
En la firma del acuerdo comercial de fase uno entre Estados Unidos y China, el presidente Trump ha mencionado que se sorprendió por la parte que Boeing supone en el PIB del país. «No tenía idea de que era una empresa tan grande. Era… quiero decir, sé que era grande, pero no que podría suponer hasta medio punto del PIB. Algunas personas dicen que la cifra podría ser incluso mayor. Así que tenemos que hacer que se mueva rápido y creo que será mejor que nunca.»
Sin embargo, durante la entrevista con CNBC en el Foro Económico Mundial en Davos, Donald Trump dijo que el gigante aeroespacial Boeing fue una «gran decepción», añadiendo que su problemático avión 737 Max hizo mucho daño a la economía de Estados Unidos.
Por otro lado, la última actualización en el libro de pedidos añadió más leña al fuego. Para todo el año 2019, Boeing entregó 380 aviones, mientras que Airbus estableció un nuevo récord, entregando 863 aviones. Originalmente, Boeing había establecido un objetivo de 810-815 entregas para 2019.
De acuerdo con Bofa Global Research, la situación a largo plazo tampoco sugiere un pronto rebote. Además, hace poco Boeing Co dijo que hasta mediados de año no espera obtener la aprobación para que vuelva a operar el avión 737. Una de las causas principales es el retraso de los plazos para la aprobación del avión por parte de los reguladores.
Lo más preocupante viene de los correos electrónicos internos de la empresa que apuntan a que el nuevo Boeing (777X) parece presentar los mismos fallos técnicos que el 737 MAX. En particular, se han producido fallas de prueba en sus motores GE9X.
La desconfianza de los compradores llegó al punto que algunos dicen que Boeing debería cambiar el nombre de su 737 Max para calmar a los pasajeros. Para ser más precisos, Udvar-Hazy, fundador y presidente de Air Lease Corp. ha solicitado al productor americano que se deshaga de la palabra Max.
Entre las más recientes noticias, vemos necesario mencionar que Fitch Ratings ha rebajado la calificación a largo plazo de la Compañía Boeing (BA) a ‘A-‘ desde ‘A’ y las calificaciones a corto plazo a ‘F2’ desde ‘F1’.
Vertical Research, a su vez, ha recortado el precio objetivo a 294$ desde 388$, debido al recorte en las estimaciones de Boeing para 2019-2022.
La moraleja de esta historia es que «lo barato sale caro».
IGOR KUCHMA (perfil en Linkedin)
Growth manager en Tradingview
Asesor Financiero por la Universitat Politècnica de València