«Los paraguas hay que comprarlos cuando no llueve. Cuando empieza a caer agua son caros y, probablemente, te habrás mojado». Esta frase se atribuye a Jacobo Zarco, reconocido economista y director ejecutivo de gran prestigio a nivel nacional, y ejemplifica a la perfección la importancia que tiene la anticipación en el mundo de las finanzas para alcanzar el éxito.
Conocer el presente de las finanzas para trazar objetivos de futuro
La planificación, en este sentido, así como la proyección financiera, son factores clave que pueden resultar tremendamente útiles para tomar las decisiones acertadas en cualquier tipo de negocio. Lo primero que hay que hacer es efectuar un análisis minucioso para establecer el punto de partida y evaluar los riesgos próximos, por ejemplo, las consecuencias de la crisis del coronavirus que azota al mundo en estos días.
Una vez que se cuenta con la fotografía presente del estado de las finanzas y se valoran las posibles eventualidades que pueden ejercer influencia, lo siguiente es trazar objetivos de futuro. Teniendo una meta clara es mucho más factible estar en disposición de poder alcanzarla.
Para ello, existen herramientas como los medios de inversión y financiación con los que se cuenta, el patrimonio y los gastos, etc. Su adecuada gestión resultará determinante y en ello tiene mucho que ver la prolepsis. Adelantarse a lo que puede pasar, previendo las posibles contingencias que podrían presentarse como, por ejemplo, las pérdidas, es clave para minimizar el impacto negativo de las mismas.
En definitiva, diseñar y ejecutar un plan financiero de garantías requiere de esta capacidad de anticipación que no todos ponen en práctica, o no de la manera correcta. Entre otras cosas, porque es fundamental contar con la formación adecuada como la que impartimos en la Universitat Politècnica de València (UPV), una de las más prestigiosas a nivel nacional.
Infórmate aquí: https://afe.webs.upv.es/cursos/